Amanecer terrorífico.- El pueblo de Motupe se encontró con una cruda realidad al notar que su emblema nacional había desaparecido de su templo ubicado en la parte baja del Cerro Chalpón.
El suceso ocurrió en plena madrugada del martes, entre las 2:00 y 4:00 aproximadamente, después de la última ronda de los guardias, Julián Purihuamán Ayala (52) y Benicio Díaz Coronel (55), realizada a las 2 de la madrugada, que curiosamente dormían a 6 metros de donde se realizo el crimen, precisamente se sospecha de los dos personajes ya que no ha habido ningún tipo de forcejeo y dicen no haber escuchado nada.
Se perdió aproximadamente 20 kilos de oro y plata que vestían la cruz de Motupe, pero lo más indignante para el pueblo es la pérdida de su idiosincrasia popular, y el hecho de haber encontrado aserrín, lo que indicaría que los delincuentes forcejaron la cruz para poder llevarse las joyas de oro y plata.
Se desconfía de la versión de los guardianes reincidentes ya que uno de ellos tiene antecedentes de homicidio culposo en Jaén, los sucesos ocurridos en la madrugada tuvo cautela en los hechos mafiosos, se comprende el disgusto de los pobladores de Motupe ya que para ellos el sagrado madero era el guardián que los protegía por lo que creían que los iba a resguardar de todo tipo de destrucción.
La noticia tuvo demasiada transcendencia nacional por lo que efectivos pusieron en cuarentena el lugar, y se han unido 180 efectivos para la búsqueda y varios jóvenes se han unido a ellos como guías.
Para el alcalde Augusto Contreras Chiroque, los principales sospechosos son los guardias de la gruta donde se encontraba la Cruz, por lo tanto los puso a disposición de la policía hasta obtener evidencias de su inocencia. En declaraciones extrovertidas el alcalde comentó: “Las alhajas no nos interesan, nos importa el sagrado madero, todo mi pueblo lo pide”.
Sin embargo, la delincuencia en el país en general está muy mal custodiada por lo que los delincuentes aprovechan en ejecutar sus obrar malignas, el gobierno peruano no transmite mucha confianza a pueblos de alta creencia, esperemos que estos delincuentes sean consientes del acto cometido y que regresen la sagrada Cruz muy pronto.
Atte. Mijael Naveros
Katherine C. Rodriguez
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